Dios necesitaba un entrenador para su equipo, y se llevó al mejor. Descansa en paz amigo, gracias por demostrarnos que jamás debemos rendirnos, fuiste y serás un gran entrenador y una mejor persona. Un gran abrazo para todos sus familiares y amigos. Descansa en paz, lo necesitarás después de tremendo esfuerzo.
Eterno siempre, Tito.
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